Se habla mucho de los equipos multidisciplinares, cada vez hay mas centros que si pueden, tienen fisioterapeuta, podólogo, médico, psicólogo, dietista, preparador físico… Y ante esto me surge una reflexión.
En dos conversaciones distintas (una con mi suegro y otra con una amiga compañera de profesión) ha salido este fin de semana la reflexión que ahora os comparto:
¿Somos conscientes del conflicto de intereses presente cuando derivamos a otro profesional de nuestro mismo centro o negocio?
¿Se lo planteamos al paciente como hacemos, aunque mal en muchos casos, en los estudios?
Y sobretodo ¿hay alguna forma de evitarlo o reducirlo?.
El conflicto de intereses nos venda los ojos sin darnos cuenta.
A ver si me explico, si yo como profesional considero que un paciente necesita ver a un podólogo, es o puede ser entendible que le recomiende uno de confianza y el elija o no ir a ese u otro (probablemente elija ir a ese, es lo que tiene ganarse la confianza del paciente). Pero, si ese podólogo (o cualquier otro profesional), trabaja para mi o en mi centro hay un claro conflicto de intereses. A mi me sigue aportando dinero directo que el vaya al mío. ¿Me explico? Digamos que yo, conociendo como suele funcionar el mundo, me quedaría con la sensación de «Si no hubiera X profesional trabajando en este centro, ¿me hubiera derivado? o ¿lo habría hecho con la misma facilidad?».
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Nacho Fabiani 